lunes, 29 de enero de 2007

"La Ciencia es la verdadera transformadora de los pueblos" .- Convit











El Nacional Lunes 29 de Enero de 2007



El hallazgo de la posible acción protectora de partículas volcánicas, hecho por un equipo liderado por el investigador desde los laboratorios del Instituto de Biomedicina de la UCV , se convirtió en la excusa para la realización de un documental, en el que el científico reafirma su convicción de que la sociedad tiene que entender el papel del conocimiento.





En el despacho de Jacinto Convit, en el Instituto de Biomedicina de la Universidad Central de Venezuela, una serie de fotografías destacan por la vivacidad del contraste entre el gris y el naranja. Lo que reproducen son las imágenes de la lava y las cenizas que vomitan los volcanes y, aunque a primera vista no parecen tener relación con el trabajo del científico, en realidad remiten a la curiosa historia de cómo el equipo que lidera el investigador desentrañó el misterio de una rara enfermedad que afectaba a los niños de un pequeño poblado de Costa Rica.
La historia se recrea en el documental Los secretos del vol cán, que se estrenará hoy lunes, a las 5:00 pm, en la sala Tobías Lasser, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela. El interés de Convit por la divulgación de su trabajo en los laboratorios parte de una convicción íntima. "La gente tiene que conocer lo que hacen las universidades, porque de esta forma las amará más".



El investigador, que este año cumplirá 94 años de edad, es probablemente uno de los pocos científicos cuyo nombre es familiar a los venezolanos. Atribuye esto a su larga trayectoria en las ciencias médicas. "Eso me ha dado oportunidad de tratar a mucha gente. Además, lo que yo he hecho ha llamado la atención de la sociedad".



–Las universidades tienen que hacer un esfuerzo por difundir lo que hacen, y no sólo a través de revistas especializadas –dice-. Las publicaciones le llegan a un público extremadamente escaso, por lo general investigadores, y ni siquiera a todos sino a los de un área.



–¿Es un llamado a la gente que hace ciencia?–La sociedad tiene derecho a saber cómo se invierten los fondos que se dedican a la ciencia.



–Hay gente del sector científico preocupada por el futuro de la investigación en el país. –Creo que podemos dar más, lo que es importante es no politizarnos. Eso no tiene que ver con nuestras ideas, que son democráticas y punto; pero no debemos descuidar la labor para la que estamos destinados.



–¿Lo dice porque usted mismo rehusó ser ministro de salud?–Siempre lo rechacé. Nunca dejé de hacer investigación por hacer política. La ciencia es la que hace las revoluciones, la que puede salvarnos, es la verdadera transformadora de los pueblos, pero la sociedad no tiene ese concepto. Un país que no desarrolla su ciencia nunca evolucionará.



Basta ver los resultados de países y continentes que han hecho énfasis en la investigación, como Estados Unidos, Europa. Hay naciones asiáticas de primera línea porque entendieron eso. La gente tiene que despertar y entender que si no nos dedicamos a la ciencia estamos perdiendo el tiempo.



Historia de un hallazgo



–¿Cuál es la historia que relata el documental?–Hace 18 años, la Oficina Sanitaria Panamericana me pidió que visitase Costa Rica, ya que había una enfermedad en un pueblo que se llama Nazareth, cercano a la frontera. Afectaba, principalmente, a los niños y se caracterizaba por nódulos. La habían descrito como lepra tuberculoide infantil y el número de casos era muy alto, 300; 170 por cada 1.000.La gente estaba preocupada por los prejuicios contra la lepra, que les impedía encontrar trabajo.



–¿Qué encontraron en ese viaje?–Estuvimos tres semanas en esa población. Lo que vimos no podía ser lepra, pues aquella abundancia de casos parecía de otra enfermedad. Las muestras que trajimos a Venezuela mostraron que era una forma de leishmaniasis muy atípica. Por lo general, en la leishmaniasis los nódulos se ulceran, y lo que vimos eran nódulos múltiples que no se ulceraban. El estudio anatomopatológico demostró la existencia de unas partículas brillantes en todos los casos, que complicaban la situación.–¿De dónde provenían esas partículas?–Formamos un grupo de trabajo con gente de la Facultad de Ciencias de la UCV y del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, y encontramos que tenían una composición semejante a las partículas volcánicas. Se hizo luego un estudio mucho más amplio, y hallamos que era común en personas que habitan las áreas volcánicas de Costa Rica, de Nicaragua, de Guatemala, de Honduras. Entraban a través de los folículos de la piel en personas sanas y en enfermas de leishmaniasis. Las conclusiones se publicaron luego en revistas científicas.



–¿Encontraron relación entre esas partículas y la leishmaniasis?–Las investigaciones habían detectado la presencia de un parásito leishmánico (Leishma nia donovani chagasi), que por lo general produce lesiones viscerales, una enfermedad grave.



Dedujimos que las partículas volcánicas tenían una influencia protectora, porque podían impedir el paso de la infección a las vísceras. Hay miles de casos en Centroamérica y los cuadros graves son muy pocos. Sin la presencia de los volcanes los enfermos graves serían muchos más.



Nota en El Universal, añadida a posteriori







Convit investiga beneficios de partículas volcánicas
El científico sigue siendo motivo de orgullo para Venezuela (Archivo)



El científico venezolano busca cura a enfermedades de la piel



El Instituto de Biomedicina y la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela iniciarán desde hoy una serie de jornadas para dar a conocer al público la más reciente investigación de Jacinto Convit: cómo actúan las partículas volcánicas para detener el desarrollo de algunas enfermedades graves de la piel.



El trabajo fue desarrollado por un equipo de investigadores de diversas disciplinas bajo la coordinación del dermatólogo y del profesor Jimmy Castillo, a partir de descubrimientos efectuados por Convit en la regiones volcánicas de Costa Rica y Nicaragua.



En las biopsias recopiladas en la piel de los pacientes estudiados, se encontraron partículas de origen volcánico, que fueron analizadas mediante distintas técnicas, encontrándose aluminio y silicio en su composición.



A partir de estos hallazgos, el equipo de investigadores planteó como hipótesis que la presencia de las partículas volcánicas en la piel detiene naturalmente el avance de enfermedades endémicas de la piel como la lepra y la leshmaniasis, evitando que adquieran forma maligna.
Estos hallazgos serán divulgados en un documental denominado Los secretos del volcán, producido por el Departamento Audiovisual del Instituto de Biomedicina con la colaboración de un equipo de National Geographic.



El estreno del documental está previsto para hoy, a las 5:00 p.m., en la Sala Tobías Lasser, de la Facultad de Ciencias de la UCV. Luego, a las 6:00 p.m., será inaugurada una exposición de 75 fotografías en la Sala de Lectura de la Biblioteca Alonso Gamero, ubicada también en la Facultad de Ciencias.